In Genesis, God conferred dignity on all people by creating them in God’s own image–a belief that is shared by all Abrahamic faiths. We are grieved by recent discoveries of mass graves of Indigenous children on the grounds of former boarding schools, where Indigenous children experienced forced removal from their homes, assimilation and abuse. These acts of cultural genocide sought to erase these children’s identities as God’s beloved children.
We condemn these practices and we mourn the intergenerational trauma that cascades from them. We have heard with sorrow stories of how this history has harmed the families of many Indigenous Episcopalians.
While complete records are unavailable, we know that The Episcopal Church was associated with Indigenous schools during the 19th and 20th centuries. We must come to a full understanding of the legacies of these schools.
As chair and vice-chair of Executive Council, and in consultation with our church’s Indigenous leaders, we pledge to make right relationships with our Indigenous siblings an important focus of the work of Executive Council and the 80th General Convention.
To that end, we commit to the work of truth and reconciliation with Indigenous communities in our church. We pledge to spend time with our Indigenous siblings, listening to their stories and history, and seeking their wisdom about how we can together come to terms with this part of our history. We call upon Executive Council to deliver a comprehensive proposal for addressing the legacy of Indigenous schools at the 80th General Convention, including earmarking resources for independent research in the archives of The Episcopal Church, options for developing culturally appropriate liturgical materials and plans for educating Episcopalians across the church about this history, among other initiatives.
We also commend Department of the Interior Secretary Deb Haaland on her establishment of the Federal Indian Boarding School Initiative and the effort to “shed light on the traumas of the past.” The Episcopal Church is also working to support legislation that will establish a truth and healing commission on Indian boarding school policy, which would complement the Department of the Interior’s new initiative.
As followers of Jesus, we must pursue truth and reconciliation in every corner of our lives, embracing God’s call to recognition of wrongdoing, genuine lamentation, authentic apology, true repentance, amendment of life and the nurture of right relationships. This is the Gospel path to becoming beloved community.
Declaración sobre los internados indígenas del obispo primado Michael Curry y la presidente de la Cámara de Diputados Gay Clark Jennings
En Génesis, Dios le confirió dignidad a todas las personas al crearlas a Su propia imagen —una creencia que es compartida por todas las religiones abrahámicas. Nos sentimos afligidos por los recientes descubrimientos de fosas comunes de niños indígenas en los terrenos de antiguos internados, en los que niños indígenas experimentaron separación forzosa de sus hogares, asimilación y abusos. Estos actos de genocidio cultural buscaban borrar las identidades de esos niños como amados hijos de Dios.
Condenamos estas prácticas y lamentamos el trauma intergeneracional que de ellas se deriva. Oímos con pesar los relatos de cómo esta historia ha afectado a las familias de muchos episcopales indígenas.
Si bien la documentación completa es inasequible, sabemos que la Iglesia Episcopal estuvo asociada con escuelas indígenas durante los siglos XIX y XX y debemos llegar a una plena comprensión del legado de esas escuelas.
Como presidente y vicepresidente del Consejo Ejecutivo, y en consulta con los líderes indígenas de nuestra Iglesia, prometemos hacer las justas relaciones con nuestros hermanos y hermanas indígenas un énfasis importante de la labor del Consejo Ejecutivo y de la 80ª. Convención General.
A ese fin, nos comprometemos a trabajar en pro de la verdad y la reconciliación con las comunidades indígenas de nuestra Iglesia. Prometemos dedicar tiempo con nuestros hermanos y hermanas indígenas, escuchando sus relatos y su historia, y procurando su juicio respecto a como podemos juntos asumir esta parte de nuestra historia. Llamamos al Consejo Ejecutivo a emitir una propuesta integral para abordar el legado de las escuelas indígenas en la 80ª. Convención General, incluida la asignación de recursos para una investigación independiente en los archivos de la Iglesia Episcopal, así como opciones para la creación de materiales litúrgicos culturalmente apropiados y planes para educar a los episcopales a través de la Iglesia acerca de esta historia, entre otras iniciativas.
Encomiamos también a la secretaria del Departamento del Interior Deb Haaland por establecer [solo disponible en inglés] la Iniciativa Federal de Internados Indios y por el empeño de «arrojar luz sobre los traumas del pasado». La Iglesia Episcopal labora también en apoyo a la legislación que establecerá una comisión de verdad y recuperación sobre la política acerca de los internados indios, la cual vendría a complementar la nueva iniciativa [solo disponible en inglés] del Departamento del Interior.
Como seguidores de Jesús, debemos procurar la verdad y la reconciliación en todos los aspectos de nuestras vidas, asumiendo el llamado de Dios al reconocimiento de lo mal hecho, la genuina lamentación, la auténtica disculpa, el verdadero arrepentimiento, la enmienda de vida y el fomento de las correctas relaciones. Esta es la senda del Evangelio para llegar a convertirse en la amada comunidad.