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Santos Felipe y Santiago, apóstoles
La Colecta:
Dios todopoderoso, que diste gracia y fortaleza a tus apóstoles Felipe y Santiago para dar testimonio de la verdad: Concede que, recordando su victoria de fe, glorifiquemos, tanto en la vida como en la muerte, el Nombre de nuestro Señor Jesucristo; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
El Antiguo Testamento: Isaías 30:18-21
18 El Señor los espera, para tener compasión de ustedes; él está ansioso por mostrarles su amor, porque el Señor es un Dios de justicia. ¡Dichosos todos los que esperan en él!
19 Pueblo de Sión, que vives en Jerusalén: ya no llorarás más. El Señor tendrá compasión de ti al oír que gritas pidiendo ayuda, y apenas te oiga, te responderá. 20 Y aunque el Señor te dé el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que es tu maestro, no se esconderá más; con tus propios ojos lo verás. 21 Y si te desvías a la derecha o a la izquierda, oirás una voz detrás de ti, que te dirá: «Por aquí es el camino, vayan por aquí.»
Salmo: 119:33-40
33 Enséñame, oh Señor, el camino de tus estatutos, *
y lo guardaré hasta el fin.
34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley; *
la cumpliré de todo corazón.
35 Guíame por la senda de tus mandamientos, *
porque ése es mi deseo.
36 Inclina mi corazón a tus decretos, *
y no a las ganancias injustas.
37 Aparta mis ojos, que no miren lo que es inútil; *
vivifícame en tus caminos.
38 Cumple tu promesa a tu siervo, *
la que haces a los que te temen.
39 Quita de mí el oprobio que temo, *
porque buenos son tus juicios.
40 He aquí, anhelo tus mandamientos; *
en tu justicia, preserva mi vida.
El Nuevo Testamento: 2 Corintios 4:1-6
1 Por eso no nos desanimamos, porque Dios, en su misericordia, nos ha encargado este trabajo. 2 Hemos rechazado proceder a escondidas, como si sintiéramos vergüenza; y no actuamos con astucia ni falseamos el mensaje de Dios. Al contrario, decimos solamente la verdad, y de esta manera nos recomendamos a la conciencia de todos delante de Dios. 3 Y Si el evangelio que anunciamos está como cubierto por un velo, lo está solamente para los que se pierden. 4 Pues como ellos no creen, el dios de este mundo los ha hecho ciegos de entendimiento, para que no vean la brillante luz del evangelio del Cristo glorioso, imagen viva de Dios. 5 No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor; nosotros nos declaramos simplemente servidores de ustedes por amor a Jesús. 6 Porque el mismo Dios que mandó que la luz brotara de la oscuridad, es el que ha hecho brotar su luz en nuestro corazón, para que podamos iluminar a otros, dándoles a conocer la gloria de Dios que brilla en la cara de Jesucristo.
El Evangelio: Juan 14:6-14
6 Jesús contestó a Tomás: —Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. 7 Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo.
8 Felipe le dijo entonces: —Señor, déjanos ver al Padre, y con eso nos basta.
9 Jesús le contestó: —Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿por qué me pides que les deje ver al Padre? 10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las cosas que les digo, no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace sus propias obras. 11 Créanme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no, crean al menos por las obras mismas. 12 Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy a donde está el Padre. 13 Y todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré, para que por el Hijo se muestre la gloria del Padre. 14 Yo haré cualquier cosa que en mi nombre ustedes me pidan.
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Las lecturas del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y los Evangelios provienen de la Biblia Nueva Versión Estándar Revisada: Edición Anglicana, copyright 1989, 1995, División de Educación Cristiana del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.
Las Colectas, Salmos y Cánticos son del Libro de Oración Común, 1979.
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